martes, 16 de junio de 2015

Música renacentista

Características principales:
  • Unión entre música profana y religiosa.
  • Equilibrio entre las voces.
  • Mayor sentido imitativo en el contrapunto.
  • Progresiva sustitución de voces por instrumentos (se favorece así a la música instrumental, que también acompaña a la danza).
  • Se amplía el campo de acción de la interpretación musical (templos, universidades pero también salones, cortes, etc).
  • El músico adquiere mayor importancia social.
Música vocal religiosa:
  1. Motete: Es una composición de 2, 3 o más voces sobre textos latinos y de extensión breve. El motete se cantaba en Adviento, Cuaresma y en Semana Santa. Su época de mayor importancia fue durante los siglos XII y XIII. En el motete destacan las figuras de Giovanni Pierluigi da Palestrina y de Orlando di Lasso, que serán los músicos más destacados de la época.
  2. Misa: Se desarrolla sobre los textos litúrgicos de esta celebración: kyrie; gloria; credo; sanctus y Agnus Dei. La misa estaba inspirada en temas del canto llano y profano, excepto en el caso de la Missae sine nomine (misa sin nombre) que no estaba inspirada en ningún tema preexistente.

Desarrollo


Históricamente, el Renacimiento es contemporáneo de la era de los Descubrimientos y las conquistas ultramarinas. Esta «era» marca el comienzo de la expansión mundial de la cultura europea, con los viajes portugueses y el descubrimiento de América por parte de los españoles, lo cual rompe la concepción medieval del mundo, fundamentalmente teocéntrica. El fenómeno renacentista comienza en el siglo XIV y no antes, aunque al tratarse de un proceso histórico, se elige un momento arbitrariamente para determinar cronológicamente su comienzo, pero lo cierto es que se trata de un proceso que hunde sus raíces en la Baja Edad Media y va tomando forma gradualmente.
El desmembramiento de la cristiandad con el surgimiento de la Reforma protestante, la introducción de la imprenta, entre 1460 y 1480, y la consiguiente difusión de la cultura fueron uno de los motores del cambio. El determinante, sin embargo, de este cambio social y cultural fue el desarrollo económico europeo, con los primeros atisbos del capitalismo mercantil. En este clima cultural de renovación, que paradójicamente buscaba sus modelos en la Antigüedad Clásica, surgió a principios del siglo XV un renacimiento artístico en Italia, de empuje extraordinario, que se extendería de inmediato a otros países de Europa.
El artista tomó conciencia de individuo con valor y personalidad propios, se vio atraído por el saber y comenzó a estudiar los modelos de la antigüedad clásica a la vez que investigaba nuevas técnicas (claroscuro en pintura, por ejemplo). Se desarrollan enormemente las formas de representar la perspectiva y el mundo natural con fidelidad; interesan especialmente en la anatomía humana y las técnicas de construcción arquitectónica. El paradigma de esta nueva actitud es Leonardo da Vinci, personalidad eminentemente renacentista, quien dominó distintas ramas del saber, pero del mismo modo Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas conmovidos por la imagen de la Antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva sensibilidad humanística. Todo esto formó parte delrenacimiento en las artes en Italia.

lunes, 1 de junio de 2015

Representantes del Renacimiento

  • 1. MASACCIO (1401 -1428)
Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai llamado Masaccio (San Giovanni in Altura, hoy San Giovanni Valdarno, Arezzo, 21 de diciembre de 1401 – Roma, otoño de 1428) fue un pintor cuatrocentista italiano. A pesar de la brevedad de su vida, su obra tuvo una importancia decisiva en la historia de la pintura: generalmente se considera que fue el primero en aplicar a la pintura las leyes de la perspectiva científica, desarrolladas por Brunelleschi
  • 2. PIERO DELLA FRANCESCA
(Piero di Benedetto; Borgo San Sepolcro, actual Italia, h. 1416-id., 1491) Pintor italiano. Por su profundo conocimiento de la pintura florentina, se cree que pasó una larga temporada en Florencia, pero su presencia en dicha ciudad sólo está documentada en 1439, cuando colaboraba con Domenico Veneziano en los frescos (perdidos) de San Egidio. Su aprendizaje florentino parece indudable en obras como el Bautismo de Cristo, deudoras del vigoroso planteamiento plástico de Masaccio, del riguroso orden compositivo de Fra Angélico o de la luminosidad de las gamas cromáticas de Domenico Veneziano.
  • 3. SANDRO BOTTICELLI (1445-1510)
(Alessandro di Mariano Filipepi; Florencia, 1445 - id., 1510) Pintor italiano. Muy valorado en la actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo.
En 1470, Botticelli, que contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento de Venus y Palas y el centauro.